Ciudad de México.- En el marco del Día Internacional de la Mujer, el Centro de Desarrollo Comunitario Francisco I. Madero (DIF-CDMX) albergó una exposición que entrelazó tradición, activismo y vanguardia a través de obras creadas por mujeres. Bajo el lema "El arte como reflejo y herramienta de transformación", la muestra reunió danza, textiles, fotografía y encuadernación, destacando la diversidad de voces femeninas en la escena cultural de la Ciudad de México.
Un diálogo intergeneracional
La Facultad de Arte y Diseño de la UNAM (FAD-UNAM) presentó obras de jóvenes artistas que exploran temas como la identidad y la desigualdad, mientras mujeres mayores exhibieron bordados y textiles elaborados con técnicas ancestrales. "Estas piezas no son solo arte: son memoria viva de nuestras abuelas y resistencia contra el olvido", explicó María González, participante de 68 años.
Danza como lenguaje de libertad
Grupos de danza integrados por mujeres de distintas edades transformaron el movimiento en un acto político. Con coreografías que mezclaban ritmos tradicionales y contemporáneos, convirtieron el escenario en un espacio de sororidad y reivindicación. "Bailar juntas nos recuerda que el cuerpo también es territorio de lucha", compartió Ana Torres, coreógrafa.
Fotografía que documenta la historia
La exposición incluyó la impactante serie "Huellas en el Asfalto" de Mónica Rodríguez Cárdenas, reconocida comunicóloga y ganadora del Premio Nacional de Periodismo 2000. En blanco y negro, sus imágenes capturan la fuerza de las manifestaciones feministas, desde consignas en muros hasta marchas que reclaman justicia. "La fotografía es un puente entre el grito colectivo y la memoria histórica", afirmó Rodríguez, cuya trayectoria incluye coberturas emblemáticas como la huelga de la UNAM en 1999.
Arte textil: hilos que tejen identidad
En un rincón dedicado al arte manual, manteles, huipiles y tapetes contaron historias de comunidades indígenas y urbanas. "Cada puntada es un relato de resistencia. Bordar nos une a nuestras ancestras y nos empodera", señaló Laura Méndez, artesana de Xochimilco.
Legado y futuro
Mónica Rodríguez, con más de 30 años de carrera en medios como TV Azteca y SEMARNAT, subrayó el rol del arte en la visibilización de luchas sociales: "Estas obras no decoran: interpelan. Son prueba de que la creatividad femenina desafía opresiones".
La exposición cerró con un conversatorio donde artistas, jóvenes y mayores, reflexionaron sobre cómo el arte rompe estereotipos y construye puentes entre generaciones. "Aquí no hay competencia, hay complicidad. Eso es el arte feminista", concluyó Gabriela Soto, curadora de la FAD-UNAM.